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Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso. En cambio para los que no creen:

«La piedra que los edificadores desecharon
ha venido a ser la cabeza del ángulo»

y:

«Piedra de tropiezo y roca que hace caer.»

Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la palabra. ¡Ése es su destino!

El pueblo de Dios

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

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